En
Brasil se festeja hasta mañana 30 de septiembre la
Semana Nacional de la Ballena Franca 2017. Durante este tiempo se desarrollan distintos eventos relacionaldos con la educación, la promoción cultural, turística y por sobre todo el énfasis del encuentro está en enfocar la importancia de la preservación de la especie a través del cuidado de las playas y el ecosistema marino en el que la
ballena franca desarrolla anualmente parte de su vida. Ellas llegan a la zona de
Imbituba, en el sur de Brasil para la época de parición y cria, entre julio y noviembre, una temporada mas limitada que en
Península Valdés.
Con apenas 50 o 60 ballenas, repartidas en 200 km de costa, a los brasileros les alcanza para realizar un
festival gastronómico y promover la iniciativa de la
Ruta de la Ballena Franca.
Para darle categoría y capacitar a los guías de turismo, biologos locales y especialistas en turismo aventura de la región, invitaron a dos representantes de
Península Valdés para aprender de ellos sobre el desarrollo de la actividad de
avistajes de ballenas en la
Patagonia Argentina que lleva 45 años de perfeccionamiento y profesionalización.
Pablo Fioramonti, presidente de la
AGB (Asociación Guías Balleneros) y
Martín Navarro, presidente de
AGP (Asociación de Guías Profesionales de Turismo de Chubut), ambos fueron escuchados con mucha atención porque los
avistajes de ballena en el sur de Brasil se realizan desde la costa y si bien alguna vez tuvieron avistaje embarcado par lo cual a comienzos del milenio contaron por varias temporadas con un experto capitán nacido y criado en
Península Valdés, como
Micky Sosa, después de su vuelta a la
patagonia, no hubo nadie que pudiera sostener la calidad y de desde hace unos años suspendieron la actividad por la precariedad y falta de capacitación del sector.
Hoy el debate se abre a la posibilidad de volver a los avistajes embarcados, pero las exigencias tienen que ser por sobre todo la seguridad y son conscientes que la capacitación es el primer paso. Para eso
Pablo Fioramonti y
Martín Navarro dieron cátedra y se lucieron contando la experiencia desde
Puerto Pirámides y
Puerto Madryn, la normativas y regulaciones que mantienen el funcionamiento del turismo de
avistajes de ballenas, para que
puedan aprender de la experiencia nuestra. La cooperación en esta actividad entre ambos paises es un paso para acercar a gente que tiene los mismos intereses en distintos destinos turísticos que a pesar de los kilometros y la diferencia idiomática, acortan distancias y facilitan el desenvolvimiento binacional.
Comentarios
Publicar un comentario